Y para el adolescente de los martes:
En consulta él me dice: “Ya entiendo Lau; ya entiendo porque adolescente viene de doler. (…) ya entiendo… esto duele, esto es triste, esto es solo”.
Querido mío, lo se: en este momento te parece que no hay salida, se que todo parece vacío imposible y complejo, se que parece que, así como son las cosas se van a quedar, se que tu mirada ahora es estrecha y que parece no haber espacio adentro ni afuera de ti.
Lo se…
La vida duele, si.
Tener la iniciación a esa verdad es un golpe muy fuerte.
De repente te diste cuenta que el dolor es parte de esta experiencia, y te diste cuenta que algunas cosas no han sido y no son justas, que ser humanos implica equivocarnos mucho, mucho, mucho.
Lo se…
Entiendo que ahora pienses que no hay manera de curar, que no hay manera de sanar, que imagines que tu corazón esta irremediablemente roto y que tus ilusiones muertas son sólo eso…ilusiones….muertas.
LA VIDA DUELE y saberlo no parece ser consuelo, sólo parece ser condena… y yo te digo:
ES CONSUELO
NO ES CONDENA
ES ALIVIO
ES LA PUERTA A LA LIBERTAD… ya verás.
De repente te diste cuenta también que has sido herido, que has sido dejado a un lado, que no has recibido lo que querías y necesitabas, que los demás en ocasiones están demasiado ocupados con sus propias cosas, con su propia historia y con su propio dolor.
De repente te diste cuenta que has sido herido… yo te digo
NO ES TU CULPA
Has crecido y te has dado cuenta de que ese niño que fuiste es inocente, es ingenuo, es sensible; te diste cuenta de que ese niño no tenía por qué saber, por qué suplir y compensar tristezas familiares, no tenía por qué ser lo que los demás esperaban, no tenía como ser la alegría de su entorno. El niño no sabía, él era inocente, él era puro y él sólo estuvo ahí.
Ahora todo parece nublado, ahora todo parece denso, ahora mismo duele el pecho, esta apretado el corazón, ahora no sientes ánimo, no sientes dicha, no sientes ganas, ganas de nada, sólo se ha ido el color y respiras pasito y cortito. Ahora sientes miedo, sientes tristeza, y la mente psicológica te dice que estas desamparado y que quizá esta un poco desahuciado: Estas vivo, lo sabes, pero parece una mentira, parece no ser cierto.
¿Cómo es posible estar vivo cuando te sientes MARCHITO?
¿Cómo puede ser tan INSÍPIDA la vida?
¿Para qué vivir?
Lo se querido mío…lo se…
¿Qué hacemos?
¿Qué quieres hacer con este insípido estado y con estos grises colores?
Nada te puedo decir, necesito permitir que tu respondas, para que seas tu quien encuentre el camino de regreso al color, de regreso a la inocencia, de regreso a casa.
¿Qué hacemos?
¿Qué quieres hacer querido mío?
Si te puedo decir que aquí estoy, se que te escucho y te entiendo, se que estas sufriendo y veo tu dolor.
TE QUIERO
VEO TU DULCE CORAZÓN DEBAJO DE TODAS ESAS CAPAS DE TRISTEZA
VEO TU FUERZA, esa que sostiene todas estas pesadas preguntas y todas estas necesarias reflexiones.
Nada de lo que digas me quitará la fe
Puedo escucharte
No tengo miedo de saber lo que piensas
Porque yo se…
Porque yo entiendo…
Porque los desiertos que estas habitando son mi terreno conocido y además, después de años, valentía, curiosidad y dedicación, también los desiertos son mi terreno amado. Y pienso que, aunque cada quien tiene su territorio, todos somos UNO.
Entonces si, aquí estoy, te escucho, aquí estoy para ti y para tus padres, para tus ancestros; cuando tu y yo nos sentamos a mirar de frente esta gran enredadera, también estamos trabajando por y para todos ellos, recibimos su amor.
Te puedo decir que la curación existe, que la curación es real, lo se en la piel, lo se en la mente, lo se en el corazón. Te puedo decir, como te lo he dicho ya, que el viaje de la vida de todos modos es temporal y es corto y que, con desparpajo y diligencia podrás limpiar tu territorio interior, poner frescura en tu espalda y en tu mirada, descubrir la dicha en las cosas sencillas y únicas que hacen vibrar tu precioso corazón.
Te puedo decir que no estas solo en esto, que el camino de consciencia y autoconocimiento que iniciaste ahora quizá continúe hasta tu último suspiro y que este camino, definitivamente es tuyo y la forma en que lo vivas, será tu elección.
TE QUIERO
Gracias por tus dulces preguntas, por tu sinceridad y por mantener mi corazón despierto con tu grito de reclamo por la coherencia, la empatía y el AMOR verdadero.
