Los procesos de terapia requieren paciencia

junio 5, 2024

Algunos procesos psicológicos y personales nos quiebran y nos desarman; nos piden desaprender, desmenuzar cada cosa que hemos vivido, cada etapa del desarrollo y trabajar con dedicación en comprender nuestra biografía y la historia detrás de quienes somos hoy: lo más posible.

De este modo podremos hacer la metamorfosis necesaria que permite aprender a vivir con plenitud.

Parece cómodo quedarnos en el formato viejo de vida que aprendimos y que nos llevó a estar donde estamos hoy, pero el cambio interior es necesario y muchísimas veces inevitable, así que más vale participar activamente y con consciencia para que no nos lleve por delante y para poder tomar el mayor provecho de él.

El cambio interior, la introspección y la comprensión de lo que nos ha ocurrido es muchas veces LA ÚNICA SALIDA para seguir adelante con liviandad.

Hemos aprendido como cultura a evadir y rechazar el dolor, vamos eligiendo ignorar el cambio que está ocurriendo y nos resistimos a él, queriendo mantener cosas que ya no aportan, que ya no sirven o que ya no son iguales, todo por una ilusión falsa de seguridad y control interior, pero la fantasía es la fantasía, y la vida, así no lo queramos y a pesar nuestro, cambia constantemente.

La vida cambia sin parar, cambia en todo momento, y nosotros con ella: ella es IMPERMANENTE.

En ocasiones por defendernos y seguir adelante, como mecanismo de supervivencia, omitimos eventos traumáticos y su importancia, los olvidamos realmente o los recordamos como algo irrelevante, no tuvimos encuentra su impacto y su densidad en nuestro mundo interior. Y con el tiempo, vuelven; vuelven las memorias, vuelven los recuerdos y sobretodo, vuelven los impactos y los síntomas en todas las dimensione del ser, que estos eventos dejaron desde su aspecto traumático

Así que pensamos que es mejor dejar así, seguir con la vida, no revisitar el pasado que tanto dolió o que no es tan claro, y en verdad ponemos todo nuestro empeño y capacidad en seguir con nuestra vida anulando y reprimiendo lo sucedido. Pero lo sucedido está ahí, se mantiene y se expresa por ejemplo en nuestra falta de sueño, en nuestro cansancio crónico, en nuestra extrema introversión, en nuestra dificultad para relacionarnos, en procesos psicológicos demorados o estancados y en muchos otros síntomas más.

En estos casos, hacer el proceso de terapia es difícil, es doloroso, es confuso y toma tiempo.

Así que, tengamos paciencia con nuestros procesos psicológicos, mirémonos con compasión y demósnos el tiempo necesario para explorar comprender y reparar nuestra biografía. Con eso, tendremos una mejor relación con nosotros mismos, con los demás y con la vida:

Viviremos cada vez más dichosos en el momento presente.
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Laura Niño

Psicóloga Transpersonal

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